Mordedor sensorial en forma de lego multicolor, pendiente de largo ajustable con broche breakaway que cede ante un tirón, seguro para párvulos y juegos infantiles.
Un mordedor sensorial permite: canalizar la ansiedad, estimular la oralidad, regular el sistema propioceptivo y de concienciación oral.
Su portabilidad y belleza facilitan canalizar la necesidad de estímulo, en especial para aquellos que suelan buscar los cuellos de camisas o cordones de sus polerones.
La masticación proporciona mucha información sensorial a la mandíbula que sacia y resulta muy relajante. Aceptando, pues, que masticar pueda ser un mecanismo calmante, especialmente para personas con TPS trastorno de procesamiento sensorial, espectro autista, síndrome de Down o parálisis cerebral. 

Nivel de dureza 1 
Suave o blando
Para una pequeña fuerza de mordida.
Recomendable para: párvulos y niños pequeños, reorientar la onicofagia, succión del dedo. Primer mordedor sensorial, recomendable para probar si es suficiente para la necesidad.
Sensibilidad oral 
Con textura marcada anterior y posterior.
Las personas hipo sensibles orales, que son buscadores sensoriales, prefieren aquellos elementos más complejos que tienen resaltes, rugosidades, huecos o espacios libres, etc., ya que les despierta más interés y otorga más estímulo.
Su forma favorece la tranquilidad a quienes prefieren estimular la parte posterior de la cavidad oral, ejercitando especialmente premolares y molares para masticar, pudiendo acceder a estímulo en la zona frontal.      
Con cordón resistente ajustable en su largo y broche de seguridad breakaway
Pendiente de apariencia atractiva. Unisex
5,8 cm de alto, 2 cm de ancho, 1,3 cm de grosor
100% silicona hipoalergénica, de grado alimenticio.
Libre de BPA, látex y PVC
Alta flexibilidad y contractibilidad, nivel de dureza baja a media.
Fácil de limpiar e higienizar